lunes, 2 de agosto de 2010

El día que Sadam Hussein erró el tiro

El 2 de agosto de 1990 Irak invadía Kuwait bajo las órdenes de Sadam. Como respuesta, EE.UU. desplegó la operación «Tormenta del Desierto», la mayor coalición internacional de los tiempos modernos

Un tanque iraquí destrozado en Kuwait.

Madrugada del dos de agosto de 1990. Aviones iraquíes penetraban en el espacio aéreo de Kuwait. Catorce divisiones de infantería y tres acorazados atravesaron la frontera. En apenas unas horas, el país fue invadido por el vecino Irak. El Emir Al-Sabah huyó a Arabia Saudí. La operación fue fulminante, un éxito. Al día siguiente, nuestro país despertaba con la noticia. «Se enciende el golfo del petróleo», tituló ABC.

Portada de ABC del 3 de agosto de 1990

Habían pasado dos años desde la guerra entre Irán e Irak (1980-1988). Un conflicto largo que culminó sin vencedores ni vencidos. El Irak liderado por Sadam Hussein se quebraba a causa del desgaste de la guerra y las deudas. Kuwait empezó a presionar. Sadam le debía 65 billones de dólares, además del conflicto que ambos países sostenían por los pozos compartidos del campo de Rumaila. Nuestro periódico dio las claves en una información publicada el 3 de agosto de 1990: «El petróleo, detonante y origen de una vieja querella territorial». La tensión era creciente.

Sadam no tenía por qué temer las represalias extranjeras por la invasión de Kuwait. Tenía el apoyo de Occidente, sobre todo tras la instauración del régimen de Jomeini en Irán. Soñaba con acaudillar el golfo Pérsico y gestar un imperio petrolífero, pero erró el tiro. Estados Unidos se encontraba en un momento fundamental para redefinir su posición como superpotencia mientras la URSS se desmoronaba. El golfo de Persia era -y sigue siendo- un enclave energético básico. Así que George Bush padre puso en marcha la operación «Tormenta del Desierto» y desplegó la mayor coalición internacional de los tiempos modernos para expulsar a las tropas iraquíes de Kuwait.

Un soldado kuwaití se prepara para el combate. AFP

«La madre de todas las batallas»

Bajo el auspicio de la ONU, la coalición liderada por Estados Unidos logró reunir a 660.000 soldados de 34 países, contando con el apoyo de las principales potencias occidentales, de la URSS e incluso de varios países árabes como Marruecos, Emiratos Árabes Unidos, Qatar y Omán. El 16 de enero de 1991 comenzó la campaña militar de una ofensiva que Sadam bautizaría como «la madre de todas las batallas». En apenas 100 horas de batalla terrestre, las tropas internacionales llegaron a 150 kilómetros de Bagdad. El 22 de febrero Estados Unidos dio un ultimátum de retirada. Sadam no movió pieza. La respuesta a ese silencio fue contundente, de tal modo que en sólo unos días las fuerzas de la coalición liberaron por completo Kuwait. El 28 de febrero Irak reconoció la derrota. Al día siguiente ABC daba el último parte de guerra. La operación «Tormenta del Desierto» duró apenas 43 días. Nuestro corresponsal en Washington, Pedro Rodríguez, hizo balance: «Sadam ha llevado a la muerte a 100.000 iraquíes». Rodríguez señaló que, por el contrario, los muertos de Estados Unidos fueron «38 menos que los producidos en accidente en el puente de Navidad en España», es decir, 79.

Reunión de las fuerzas aliadas estadounidenses e iraquíes en la Guerra del Golfo.

Un gran plató de la CNN

La guerra del Golfo ha pasado a la historia como la primera «guerra de la información». Desde el punto de vista militar, la ofensiva aérea y electrónica fue todo un éxito. Desde el punto de vista informativo, también. El mundo siguió los combates minuto a minuto desde el salón de sus casas. La audiencia de la CNN subió como la espuma. Pero, como apuntó en su momento Pedro Rodríguez, «los televidentes han podido ver muy pocas imágenes de muerte real durante esta guerra. La guerra electrónica del siglo XXI y la censura militar han impedido conseguir documentos sobre las vidas humanas perdidas».

Quien no aprendió fue Sadam Hussein. El tiránico régimen que impuso en Irak se saldó con una nueva invasión liderada por Estados Unidos en 2003, esta vez bajo una coalición menos representativa. El 9 de abril de 2003, un tanque estadounidense derribó la enorme estatua de Saddam en la Plaza Al Fardus, situada en el centro de Bagdad. La cabeza de esa estatua se encuentra hoy en un museo kuwaití. El 30 de diciembre de 2006, el dictador iraquí fue ejecutado.

Una familia kurda huye del ejército iraquí

El ministerio de Defensa iraquí en llamas

María Candela, Madrid: El día que Sadam Hussein erró el tiro, ABC, 2 de agosto de 2010

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